Lady L

Lady L

viernes, 23 de septiembre de 2011

Cuando el borracho quiere beber

Más allá del poder adquisitivo (capaz de determinar gustos o posibilidades), hay etapas y edades para cada bebida alcohólica. Hay instancias superadas a las que ya no volvería, sea porque me he aburguesado o por culpa del refinamiento hepático que viene de la mano del paso de los años.

En mi trayectoria etílica tuve distintas fases: una inicial, de amor desenfrenado por el Gancia con limón y sus allegados (Pronto, Dr. Lemon y todas esas porquerías) y el tequila con Sprite, allá por 1997/1998. Tan apasionado fue ese amor que terminamos mal, sin querer vernos más, salvo contadísimas excepciones en las que siento un poco de nostalgia adolescente y entonces reincido.

La segunda fase fue más reposada, más dulce, de vinito blanco espumante o rosado, Baileys, y tragos almibarados como el Daikiri, el Sex on the beach o el noventoso Miami Vice. Todavía no abandoné esta etapa del todo, pero ahora el ron tiene que ser Bacardi o Havana Club y no “Cacique”, “Castillo” o “Negrita”.

En determinado momento dejé entrar a la cerveza, que antes detestaba por amarga (me refiero a la cerveza), todo porque se ve que no había conocido las delicias de una Heineken bien helada, si es posible acompañada de unos palitos salados o de un plato con maní.

El vino tinto ya es más de adulto, una amiga dice que tomar vino es signo de que uno ya se hizo grande, y quizás tenga razón. Ésa es la etapa actual: la de la copa de vino tinto, el Mojito, la Caipirinha (si es con sake mejor), el Gin tonic, el Pisco sour, el champagne.

Por el momento, me abstengo deliberadamente del Fernet, la grapa, la caña Legui, el Tía María y el Cosmopolitan (aunque al ser la bebida oficial de las chichis de Sex and the City queda tan lindo y es tan snob). El gusto por el whisky dicen que es sólo una cuestión de edad. Habrá que ver.




8 comentarios:

  1. Rout, yo detesto el alcohol en general desde siempre. En casa nunca estuvo prohibido y probé de todo pero nada me convenció hasta hace un tiempo que empecé a tomar vino tinto. El blanco me gusta un poco pero me da dolor de cabeza así que lo evito. Tengo sólo 25 años. Vos decis que estoy madura o que soy un bicho raro?

    ResponderEliminar
  2. Definitivamente NO AL ALCOHOL.
    De ningún tipo: ni blanco, ni tinto, ni suave, ni ardiente... Creo que las bebidas alcohólicas son una experiencia nefasta que solo deberían tener lugar una sola vez en nuestra vida.
    Soy de los que cree que el alcohol es para emborracharse, sino fumate algo y dejate de joder... no estoy para nada de acuerdo con los aperitivos, los brindis naif, la copita para bajar un poco la ansiedad del día, la "medidita" saludable de cada noche antes de irse a dormir...
    ¿Qué eso de andar cambiando los gustos etílicos a medida que crecemos? Como si hubiera distintos pedos según la etapa de madurez por la que transitamos: pedo adolescente, pedo joven, pedo adulto, pedo viejo... ¡Pavadas de gente que no ha tocado fondo!

    No. El pedo, como dije antes, es uno solo y tiene que ser tan memorable que una vez pasado el tiempo de resaca la decisión de no volver a recurrir a la bebida es indiscutible.
    Yo recuerdo que tenía 17 años, creo que era un día de noviembre de mucho calor (muchos detalles se han perdieron producto de la borrachera). Arrancamos a eso de las 7 de la tarde, con mis amigos de entonces, con unas cervecitas bien frías, Palermo por supuesto, mientras preparábamos el fuego para un asadito de ¿viernes?. Eramos 5 y para la hora que estuvo la carne, ya nos habíamos bajado unas 9 botellas. El cabezón, que no era muy partidario de la cerveza, le había afanado al viejo una botella de whisky importado que nos bajamos en una horita y media, diluyéndolo con jugo Drink-C de mango para poder soportar la amargura del scotch.
    Podría decirse que cuando llegamos al boliche, yo ya estaba para retirarme. Si hubiera sido así, no hubiera pasado de un par de idas al baño a mitad de la noche y un fuerte dolor de cabeza que duraría uno o dos días, pero nada más...
    Lo malo de tener varios amigos, es que no podés decir que no, cuando te convidan lo que lograron entrar de canuto al boliche, para evitar gastarse la mensualidad en la barra. Licor de huevo, vino Toro (el de tetra), fernet cola Chabona (pega más!), ginebra, granadina y un lata de durazno en almíbar eran alguno de los ingredientes de lo que llamaban: "El brebaje del diablo". De apariencia viscoso y amarronado, el brebaje del diablo te agujereaba directamente el estómago. No sé si llegue al coma alcohólico, porque a pesar de haber terminado en el hospital y tener durante una semana t media un color amarillo-naranjoso en la piel, me recuperé bastante rápido... Lo que si sé es a partir de ese momento, huelo un corcho salgo corriendo al baño a devolver el fantasma de aquel pedo destructor.

    Por eso estoy en contra a seguir enganchado con las bebidas espirituosas, como si fueran distintos amores que van llegando a nuestra orilla. Agua o jugo de frutas para cualquier ocasión y festejo: es así, más sano, más natural... no engordan, no aceleran el envejecimiento y demás está decir que las salidas a comer afuera te cuestan un 30% menos.
    "¡Elegí vivir a tomar!" "Por un septiembre estudiantil son alcohol" "Vive feliz, vive sin alcohol" "El alcohol te destroza por partida doble" "Alcohol, tu verás lo que te mola". Definitivamente: NO AL ALCOHOL.

    ResponderEliminar
  3. en coincidencia con Anonimo,tuve mi pedo pero a mi me sirvio para aprender a tomar.
    estoy en la etapa del gancia y derivados,daikiri pero de durazno y el freeze azul(el resto de los vinos no los paso)tomo xq me gusta pero tengo un limite,antes de alcanzarlo le entro al sprite con limon.

    ResponderEliminar
  4. Mi trago preferido de todas las décadas (tengo 2 y media en total jaja) es el Cuba Libre. Es lo mejor, tanto me gusta que una época en la que no estaba trabajando, me preparaba uno todos los mediodías para acompañar mi almuerzo. Hoy solo lo veo en las noches de fines de semana...
    Luego por supuesto, la compañera de siempre, cervecita Heineken o Stella.
    Continuando con los tragos, me gusta mucho el Gin tonic y el speed con vodka.
    Y nunca pero NUNCA me agarré un pedo. Mi estómago me dice cuando dejar de tomar, y, por más que intente no hacerle caso, llega un momento en el que me asquea cualquier liquido...
    Besito ;)

    ResponderEliminar
  5. Anne: el bicho raro soy yo, me parece. El vino tinto a los 25 es muy juicioso, sobre todo cuando hay abstinencia de otras espirituosas. Anónimo Renegado: nunca probé el brebaje del diablo, la verdad es que no suena nada tentador. Sí recuerdo el "Séptimo Regimiento" y el "Nos vemos en el piso", con idénticos efectos.
    Yaz: Debés andar por los veinte años entonces, estás siguiendo al pie de la letra mi trayectoria!
    Chivi: Claro que sí, el Cuba Libre y el Speed con vodka se me chispotearon. Bien por ti que sabes cuando detenerte!

    ResponderEliminar
  6. te estas poniendo como la soda,media bruja??el 28 cumplo los 20!vos decis que para la mitad de la decada le voy a encontrar otro gustito al vino?

    ResponderEliminar
  7. mas que alcohólica anónima soy borracha conocida jajjaja.
    Me encantó tu entrada, la verdad es tal cual.
    El vino tinto es LO MAS. Pero tengo 41 pirulos. La fase "vino" empieza a los 30. Y nada de tetra. Me gustan los vinos buenos, me gusta ir a catas y ver las diferencias...
    Son las delicias de los años. Ya no te emborrachas, aprendés a tomar y a disfrutar la bebida...
    Y como nosotros en Arg tenemos unos vinos espectaculares, cuando viajo me dedico a beber otras cosas. México, Margaritas, Perú y Chile Pisco Sour, Brasil caipirnhas, estuve en USA hace poco y las cervezas allá algunas son muy buenas. Mi última pareja es juez de cata de cervezas y aprendí algo con el. En España a full con el ron con cola pero tiene que ser ron del bueno y para seguir con los vinitos, un buen Rioja.
    Al que no le gusta el alcohol, no lo entiende, pero con los años te ponés "más gourmet" con todo jajajaja
    Besos, sigo leyendo

    ResponderEliminar
  8. Hay que entrarle a todo lo que venga!

    El legui es y será un gran acompañante, que no podré menospreciar cuando se presenta junto a mí.

    El fernet nunca me gustó, y con el whisky estoy peleado, pero el tequila es esa chica que siempre decis "juro que no voy a volver a verla" y cuando abrís los ojos la tenés en frente.

    Me quedo con el vodka. Con el buen vodka. Un vaso de Absolut o Smirnoff bien frío (y sólo, sin energizantes!) y soy feliz.

    La birra es moneda corriente, obvio. AMARGA! (No estoy hablando de la cerveza) :)

    Me gustó mucho tu blog también. Te sigo desde el abismo.

    Nos vemos :)

    ResponderEliminar

Todos los comentarios son bienvenidos! (incluidos los insultos, siempre que no contengan faltas de ortografía)