Lady L

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jueves, 20 de octubre de 2011

Boom

Hay pequeñas cosas que pueden hacer que un día de mierda sea un poquito mejor.

Cuando era chica de vez en cuando había amenaza de bomba en la escuela. Entonces nos hacían salir a todos, nos llevaban a dos cuadras de distancia (precaución ridícula si las hay, porque si lo de la bomba era cierto nos moríamos igual) y ahí, mientras llegaban los bomberos y revisaban aula por aula, nosotros jugábamos interminablemente al juego de la oca, felices de perder unas cuantas horas de clase.

Cada vez que hay simulacro de incendio en el trabajo me acuerdo de esa época. También nos hacen bajar a todos y nos dicen que esperemos en la esquina. Hay personas encargadas de mantener la calma y de guiar a la multitud por las salidas de emergencia (se las reconoce por el ridículo casco rojo que las obligan a usar).

Así que ahí vamos, toda la manada de ovejitas mansas a papar moscas mientras termina el simulacro. Algunos se estresan porque tienen cosas que hacer. Otros se mantienen alienados en las pantallas de sus Blackberries. Yo disimulo la alegría de escapar por un rato del odioso escritorio. Claro que si  propongo jugar al juego de la oca con Gente Seria Con Mayúsculas corro el riesgo de que me miren un poco raro, por eso opto por aprovechar el bache para ir a mirar vidrieras al shopping o a tomar un cafecito por ahí.

Lo de la amenaza de bomba no se le ocurrió a nadie. Todavía. 

"Betty vs. the pigeons", ilustración de Neal Mc. Cullough

16 comentarios:

  1. Yo era de los terroristas que llamaba al colegio y decía con voz ronca, interponiendo un pañuelo entre el teléfono y mi boca: - Si no sacás a todos en media hora, no cuentan el cuento. ¡¡Hay una bomba!!

    Disfrutaba de hacer estas maldades, que en el fondo eran diversión y beneficio de muchos, inclusive de varios docentes que evidentemente disfrutaban mucho más de un café en la sala de profesores que de lidiar con veinte monos en un aula de tres por tres.

    Acá van otras de maldades que provocaron cierta felicidad en un otro:
    1- Hacerle creer a la más fea del curso que tenía un admirador secreto. Un chocolate y una cartita de amor son infalibles en cualquier mujer, pero en una fulera, con un ojo medio birolo y un sobrepeso excesivo, era un golazo de media cancha!
    2 - Darle disimuladamente toda la comida al perro que estaba debajo de la mesa, para que mi vieja me diera una golosina de postre, luego de festejar que me haya comido todo.
    3 - Poner el termómetro en agua caliente para simular fiebre y zafar de ir a gimnasia.
    4 - Falsificar las notas de las pruebas para que mis viejos me den 5 mangos por haberme sacado un 9 o un 10!

    Y algo que disfrutaba mucho era seguirle la corriente al idiota que marcaba mal y preguntaba:
    - Hola, si... ¿con el consultorio del Dr. Arriaga? - Si, ¿qué necesita? - Quería pedir un turno - Como no, ¿el martes a la tarde le parece bien? :)
    - Hola, ¿con la flia. Romero? - ¿quién habla? - Quisiera hablar, con Pablo, se encuentra. - Soy yo, ¿quién es? - ah, hola, mi nombre es Carola soy amiga de Julia Fernandez... - Ah, si... ¿Cómo va? :)

    En fin... tampoco es tan grave... todo sea por tener una anécdota divertida para contar!!

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  2. Ufa! En todos mis años de colegio solo hubo una amenaza de bomba! Dónde estudiabas? En el colegio israelí? El de USA? jeje
    Están muy buenos esos pequeños recreos inesperados, como cuando se caía el sistema o se cortaba la luz en mi trabajo anterior (call center, imaginate)
    Besito ;)

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  3. Morì con la rubia! Parece el personaje de "Mad Men". Yo quiero amenaza de bomba en mi laburo tambien...una bomba tambièn podrìa ser...

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  4. Nosotras teníamos una infalible: la alarma de temblor. Encima, la encargada de tocar el timbre estaba en nuestro curso, así que dos o tres veces por semana (curiosamente, en las horas de Química y Filosofía) deciamos "temblor!", la Anita iba a tocar el timbre y nos tenían una hora pelotudeando en el patio. Para agregarle glamour, la profesora intentando meter el totó debajo del escritorio era un espectáculo imperdible.

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  5. durante el primer año del poimodal los graciosos agarraron una rache de amenazas que desembocaron en la suspension de recreos y salidas despues de hora para recuperar las clases perdidas.garron importante nos hicieron comer los malditos bastardos.besito!

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  6. Yo hice la secundaria en tiempos pre Proceso. O sea, tiempos de Montoneros, ERP. Triple A, etc. Pocas veces recurrimos a la amenaza de bomba, pero, por las dudas, no andaban con vueltas y nos hacían salir.

    Y en nuestra inocencia/inconsciencia de adolescentes, habíamos creado los CRQ, Comandos Revolucionarios de Química. En realidad, dimos un solo "golpe". Una noche de lluvia (5o. y 6o año - industrial - lo hicimos de noche) en que se había juntado cierta cantidad de agua en el inmenso patio, tiramos pedacitos de sodio metálico. Para el que no sepa de química, explico. El sodio reacciona violentamente con el agua, desprendiendo mucho calor e hidrógeno gaseoso. El hidrógeno, sometido a ese calor, se prende fuego y explota. La explosión es proporcional al tamaño del sodio y, por supuesto, nosotros tirábamos pedacitos pequeños. Pero, en medio de la lluvia y poca luz, daba la sensación de que estábamos tirando petardos resistentes al agua, que explotaban por debajo de la misma.

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  7. Pequeñas cosas que pueden levantar un mal día:
    Un helado, un auto-regalo, una llamada de un ser querido que te de una buena noticia, unos mates con bizcochitos, un chiste o anécdota graciosa de un compañero, pensar en que se acerca el finde!

    Besos, me encanta el blog.
    Juli

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  8. jajaj el martes hubo simulacro de incendios en el laburo...salir a la mañana en primavera en Puerto Madero a mirar el agua y sentir el sol en la cara es casi como lo que contás!!!

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  9. Anónimo, tengo un teléfono para pasarte, ¿tenés para anotar?
    Chivi: jaja, ninguno de esos! Escuela pública común y corriente.
    Anne: No parece, ES Betty Draper cuando se le corrió el coágulo y agarró la escopeta.
    Crai: qué bueno tener ese timbre!! Hubiera peligrado seriamente mi educación.
    Yaz: esos se fueron al joraca, si me extendían los días de clase los hubiera odiado con todo mi ser.
    Mario: Muy bueno lo del CRQ (menos mal que era pre-proceso...)
    Juli: Coincido con todas. El autoregalo es una recurrente.
    Marietta: un placer lo tuyo! No vuelvo más jaja

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  10. Cuando trabajaba en Standard Electric, allá por el 70 y pico, me acuerdo que teníamos un gerente de Planta obsesionado con el tema de los simulacros por emergencias. Parece que el tipo había estudiado en la Unión Soviética y se había especializado en estas cuestiones. Decía que los rusos eran unos adelantados en estos temas. La cuestión es que cuando empezó a trabajar en Standard organizaba simulacros inesperados con demasiada frecuencia: al principio una vez por semestre, después una vez por mes e incluso hasta una vez por semana. Hubo un punto que hacíamos simulacros dos veces por día. Es muy probable que entre alguno de esos simulacros diarios hubiera ocurrido alguna emergencia real, pero nadie se dio cuenta.
    La secuencia era siempre la misma: primero sonaba una irritante alarma que nos rompía los tímpanos; al momento nos formábamos todos cerca de la escalera y empezábamos a bajar uno detrás del otro hasta llegar a la planta baja; cruzábamos la avenida y esperábamos ahí media hora. Alguien siempre gritaba que esto no era un simulacro, que era real.
    A veces los simulacros se hacían a las 2 ó 3 de la madrugada. En esos casos el gerente de planta nos llamaba por teléfono a nuestras casas, nos despertaba y nos hacía venir medio dormidos a la oficina al solo efecto de cumplir todos los pasos del simulacro.
    Al principio todos los simulacros eran por un supuesto incendio, hasta que a nuestro gerente se le ocurrió que debíamos prever cualquier tipo de emergencia. Así fue como empezamos a hacer simulacros por inundación, por derrumbe, por ataque subversivo, por lluvia de meteoros, por invasión extraterrestre, por dictadura del proletariado, por cambio de paradigma, etc. Una vez hicimos un simulacro por Apocalipsis. Me acuerdo que hasta se contrataron jinetes para la ocasión.
    Pese a nuestro esfuerzo parece que no nos comportábamos de la manera esperada por el gerente. Eso motivó que el tipo organizara simulacros de simulacros, a efectos de saber como comportarse en un simulacro. Y entonces teniamos que simular que había un simulacro: simulábamos que sonaba la alarma irritante, simulábamos que nos formábamos en la escalera, que bajábamos la escalera, etc. Siempre había alguno que gritaba "¡Esto no es un simulacro de simulacro! ¡Esto es un simulacro!”. Tal vez entre tanto simulacro de simulacro había algún simulacro real, pero no nos dábamos cuenta.
    Yo creo que tanta obsesión terminó por volver loco a nuestro gerente. En el último tiempo el tipo había impuesto simulacros con motivo de cualquier cosa, para que sepamos cómo reaccionar y conducirnos ante eventos de toda índole. Por ejemplo, desde marzo ya empezábamos a hacer simulacros de fin de año. Nos reuníamos todos en la sala grande, convenientemente provista de sidra y tortas -el pan dulce era difícil de conseguir en marzo- y brindábamos por el nuevo año, que comenzaría 8 meses después. A veces hacíamos simulacros de vacaciones, y simulábamos tomarnos vacaciones durante 15 días. También hacíamos simulacros por despidos injustificados, por aumentos de salarios, por compra de fotocopiadoras, por contratación de secretarias con lindas piernas, etc. A veces estos simulacros se prolongaban demasiado en el tiempo y había gente que ignoraba que se trataba de un simulacro. Sin ir mas lejos, un día le avisaron al gerente de ventas, luego de 10 impecables años de servicio, que en realidad su contratación había sido sólo un simulacro y que podía volverse a su casa, lógicamente sin derecho a indemnización alguna. Aunque es probable que si le hubieran pagado algo como indemnización, ese pago seguro habría sido simulado.
    Finalmente, nuestro gerente terminó cansando a todos y lo echaron de la empresa. Con el tiempo supimos que había vuelto a la URSS y que lo habían contratado en la Central Eléctrica Nuclear Memorial V.I. Lenin, en Chernobyl. La última noticia que tuvimos de él era que se proponía organizar un simulacro de corte de suministro eléctrico en el reactor Nº 4 de la planta. Era el año 1986. Nunca supimos cómo le fue.

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  11. jajajajaja a "anonimo" el primer comentario yo hacia lo mismo con lo de seguir la corriente al llamado equivocado, el numero de la casa de mis viejos era ponele 308222 y en pleno apogeo de los pagers o beepers o como sea estaba indicom, q el tel era 01 308 1111... la mayoria no marcaba 01 y caia en casa... a la 3era vez q atendia y decian "INDICOM" decia "siii... cual es el mensaje? a que numero va?" la joda se corto cuando mis viejos se avivaron...aunqe confieso que alguna que otra vez ellos hartos de atender y que dijeran indicom tb siguieron la corriente.
    a mi los llamados q me hacen feliz son los de la facultad para avisar q falta un profesor... cada vez q atiendo y me dicen "hoy no va fulano" pongo voz de seria y digo frases tipo "a mi no me parece...falto un monton de veces en el cuatrimestre...despues las clases no las recuperamos y es una materia re densa para preparar solo" y por adentro esto festejando con pogo al grito de DALE CAMPEOOOOOOOOOOOOOOOOON

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  12. A mi siempre me preocupaba que cuando había amenaza de bomba nos sacaban al patio o a la vereda (el patio era grande, éramos cerca de mil alumnos y entrábamos cómodamente) pero yo siempre pensaba que si " en serio" había una bomba, moríamos todos... jeje.

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  13. Te cuento que había otros que militaban realmente en la pesada, en el MIR (Movimiento de Izquierda Revolucionaria). Uno de ellos llegó a poner una bomba Molotov en el baño.

    Años más tarde, con nosotros egresados y el Proceso ya instalado en el poder, un día apareció el Tte. Gral. Juan Carlos Onganía en la escuela. Habló con las autoridades, recabó información y se fue. Días más tarde desaparecieron cuatro de nuestros ex compañeros (uno de ellos, el de la Molotov) y un quinto logró escaparse.

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  14. te odio rout,o usted es alejandro dolina,o es un muy buen simulacro de él.besito!

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  15. Te odio Rout, sus comentarios se superan dia a dia (del mismo modo que crece su odio hacia mi persona?).
    Dani, a mi me dan ganas de seguir la corriente cada vez que me cae un sms equivocado al celular, del tipo "y, capo? Venis?" La proxima lo hago.
    Ana: claro! Lo mismo pensaba yo! Lo hacian a proposito o que?
    Mario: terrible la imagen del Teniente en la escuela y la noticia de las desapariciones mas tarde...
    Yaz: coincido. Si no es, le pasa raspando.

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  16. qué lástima que la gente deja de jugar...el mundo sería mucho más divertido.

    besu
    alelí

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